Blog de la Escuela Latinoamericana de Canto, especializada en la educación de la Voz de Contratenor - Director: Mtro. Lic. Daniel Guzmán - Fonoaudiólogo - Cantante Lírico - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Contacto: contratenorguzman@yahoo.com.ar - WhatsApp: +54 9 1158641236

19 marzo 2015

TRACTO VOCAL y LA IMPEDANCIA PROYECTADA

Si bien la larínge es la fuente de sonido de la voz, la misma requiere de una caja resonancial para poder ser escuchada. Por lo tanto los sonidos vocales son el resultado de la vibración del aire que está en las cavidades supraglóticas. Podemos decir entonces que el tracto vocal es una caja de resonancia donde los músculos laríngeos extrínsecos y los músculos faríngeos son responsables de alargarlo y de acortarlo para conseguir calidad tímbrica.
El sonido que se genera por la corriente aérea y la vibración cordal es un sonido complejo compuesto por la frecuencia fundamental y por los armónicos o parciales (cuyos valores numéricos son múltiplos de la fundamental). Todos los armónicos van a pasar por el tracto vocal con más o menos éxito según sea  su frecuencia y cuanto más cerca esté un armónico de la frecuencia de un formante, tanto más aumentará su amplitud en los labios.
Las frecuencias de los formantes dependen de la morfología del TV, la longitud y la forma varían según los indicios y están determinados por el sexo, edad, etc, (por ejemplo los niños y las mujeres poseen un TV más corto y por ende consiguen frecuencias de formantes más agudas). Si el TV varía de forma ésta va a incidir en la frecuencia de los formantes. Los elementos que pueden cambiar la forma del TV y desplazar la frecuencia son la mandíbula y la lengua. La apertura mandibular reduce el conducto en la zona cercana a la glotis, lo que se verá reflejado en la frecuencia del primer formante que va a aumentar a medida que se abra la mandíbula. Por otro lado la forma que adopta el cuerpo de la lengua va a afectar al segundo formante y la posición de la punta de la lengua lo hará con la frecuencia del tercer formante. O sea que la configuración de estos articuladores van a incidir en la voz y en la frecuencia de los formantes.  Cuando en el canto lírico hablamos de cubrir la voz, estamos haciendo referencia al descenso de la larínge, expansión de la farínge, etc, es decir alargamos el TV para enriquecer el timbre.
El llamado mordiente (brillo) se obtiene por refuerzo de la energía del singing formant situado entre los 2300 Hz y 3800 Hz (la aparición del mordiente está asociado al descenso laríngeo y a una frecuencia resonancial del vestíbulo laríngeo). Con el mordiente el cantante puede economizar esfuerzo y hacerse oír por encima de la orquesta manteniendo la intensidad en los agudos apreovechando las características resonanciales del TV que amplifica los sonidos. El singing formant se halla en una región espectral en la cual la orquesta es más débil. Cuando el sonido laríngeo se propaga por el TV las paredes blandas y viscosas de estos pabellones absorben cierta cantidad de energía. (Husson) La energía que se pierde debido a la absorción desde la glotis hasta los labios es de 10 dB en la voz hablada y de 25/30 dB en el canto lírico a gran potencia. Durante esta absorción los armónicos que estarán más afectados son los superiores a 2500 Hz. Las mediciones realizadas por Husson indican que la voz es más intensa a nivel glótico que una vez exteriorizada. Para el oyente, esta pérdida puede constatar con el hecho de que el rendimiento sonoro, de las voces ultra potentes a nivel glótico es de 160 dB y a nivel de los labios de 130 dB es decir que en el trayecto se pierden aproximadamente 30 dB. La impedancia de propagación del sonido depende de la configuración de las cavidades buco-faríngo-nasales.

(Husson 1965). Explica las nociones de impedancia y de impedancia proyectada en la acústica de los pabellones de la siguiente manera: tomemos una fuente sonora S que surte de energía acústica dos tipos de pabellones; uno P1 de boca muy ancha y el otro P2 de boca muy estrecha. Se comprende que la propagación de la salida de las ondas sonoras será facilitada en el pabellón P1 y frenada en el pabellón P2, cerca de la extremidad de salida. Para expresar este hecho diremos que el pabellón P2 (de salida estrecha) opone a la propagación de las ondas una elevada impedancia, mientras el pabellón P1 solo opone una impedancia débil. La impedancia se presenta aquí como una resistencia (de tipo fluída) opuesta a la propagación. En condiciones tan simplificadas se pone de manifiesto que el efecto principal de la impedancia es el de disminuirla amplitud del movimiento vibratorio que se propaga (sin ninguna alteración sensible de su frecuencia y velocidad).



La noción de impedancia proyectada es fácil de deducir: en el caso de los dos pabellones P1 y P2 es la fuente S la que tiene que suministrar toda la energía destinada a alimentar la propagación. La energía suministrada tiene que vencer todas las impedancias que encuentra dentro de cada pabellón: será mayor, por lo tanto, para P2 que para P1 proyecta sobre la fuente S una impedancia más elevada que P1. La fuente S suministrará más energía vibratoria en P2 que en P1 (en igualdad de condiciones) y se dice también que el pabellón P2 por causa de su impedancia proyectada, carga mejor que P1 su mecanismo de ataque S.

A mayor impedancia reflejada la larínge varía la forma de los acoplamientos glóticos volviéndolos más espesos y menos firmes dando como resultado voces más potentes y plenas. Dada la resistencia acústica que ejercen los pabellones durante la emisión, la larínge podrá soportar fuertes presiones suglóticas y economizar energía. La impedancia reflejada crece a medida que el timbre se oscurece. Los timbres cubiertos y oscuros incrementan la impedancia y la intensidad. Las voces con proyección abierta y timbre claro son menos intensas y voluminosas. Cuando se emiten sonidos cubiertos hay una ligera caída del tono glótico y este reduce el grado de apretamiento de las CV evitando la hiperaducción. (Temperán 1970) la fatiga tiene que ver no tanto con el hecho de cantar a plena voz sino con el déficit impedancial.
(Titze) cantar con configuración de megáfono, donde la larínge está en posición alta y contraíada y la farínge estrecha ayuda a producir sonidos abiertos en registro de pecho (belting). Esta configuración es usada también por mujeres y algunos contratenores retrayendo las comisuras labiales. En cambio en el megáfono invertido (cobertura) benificia la unión de registros (pasaje) y para la consecución del singing formant donde la larínge adopta una posición mas baja y distendida, la farínge dilatada y los labios con proyección hacia adelante.

Lic. Daniel Guzmán - Fonoaudiólogo MN 8815 MP 4697
Hospital San Juan de Dios - Docente Facultad de Medicina USAL
Doctorando en Fonoaudiología


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