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04 diciembre 2010

EL NIÑO RESPIRADOR BUCAL


El niño respirador bucal constituye una entidad clínica polifacética, que produce alteraciones que pueden afectar su desarrollo físico y psíquico.Su detección y corrección depende de la oportuna intervención de un equipo multiprofesional, que incluye al pediatra del niño, al otorrinolaringólogo infantil, fonoaudiologo, odontólogo, etc.La respiración bucal propicia un terreno para que exista un aumento de las secreciones en las vías aéreas superiores y que a su vez favorecerá la alteración de la funcionalidad de los oídos, de los senos paranasales y con frecuencia desencadene crisis obstructivas bronquiales a repetición.Todo niño que respire por la boca es un respirador bucal, ya sea de causa funcional (como la succión del pulgar por tiempo prolongado) o mecánica (hipertrofia adenoidea).

Síntomas más frecuentes del respirador bucal
- Tos seca
- Tos nocturna
- Incapacidad respiratoria
- Apenas obstructivas del sueño
- Trastornos en el desarrollo del macizo facial (paladar estrecho y hundido,
mandíbula elongada)
- Deglución atípica
- Dientes mal implantados
- Sinusitis
- Otitis
- Trastornos de la audición
- Falta de atención
- Retraso escolar
- Alteraciones posturales
Etiología- Hipertrofia adenoidea y o amigdalina
- Rinitis
- Alergias
- Desviación del tabique nasal
- Hábito de succión prolongado del pulgar (más allá del primer año a
segundo año de vida)
- Mal oclusión dentaria
- Enfermedades neuromusculares o retraso psicomotor
- Características del desarrollo craneofacial de incidencia heredo-familiar.
La Hipertrofia Adenoidea - comunmente conocida como "carnes crecidas"- es la causa más frecuente de niños respiradores bucales.
Las adenoides y amígdalas son formaciones que asientan en la zona de la nasofaringe y orofaringe, estas formaciones al agrandarse (hipertrofiarse) interfieren en el normal paso del aire a través de la nariz, obligando lógicamente al niño a respirar por la boca para compensar ese déficit de aire.
Las adenoides inician su crecimiento a partir de los 9 meses de vida aproximadamente y este crecimiento se acentúa hacia los 3 años de edad.
A partir de los 5 años de vida comienzan a disminuir de tamaño en forma lenta pero sostenida.
Es por esta razón que actualmente hay tendencia de operar a menos niños de adenoides ya que muchos de ellos resuelven en forma espontánea con el paso del tiempo su hipertrofia adenoidea. Esto no significa que ya no existan niños que requieran cirugías a edades tempranas. Se indica cirugía de adenoides a aquellos pacientes que presentan signos y síntomas muy característicos que los médicos evalúan de forma minuciosa a la hora de decidir una intervención quirúrgica. Con respecto al diagnóstico de hipertrofia adenoidea el pediatra se basa en un detallado interrogatorio para conocer la verdadera repercusión de la afectación y puede solicitar algunos estudios radiológicos (por ejemplo Rx de perfil de Cavum) para
valorar él si el paso del aire es adecuado o se encuentra disminuido.Los síntomas más comunes de la Hipertrofia adenoidea son la respiración bucal y los resfríos persistentes. Otro dato importante es la presencia de ronquidos durante el sueño y la persistencia de boca
abierta al dormir. Es frecuente ver niños que se quejan de boca y labios secos. Pueden presentar voz nasal, mal aliento, tos nocturna y en algunos casos broncoespasmos a repetición.Cuando la hipertrofia adenoidea es muy marcada los niños tienen dificultades para dormir, resoplan,
roncan y pueden llegar a tener episodios de apneas del sueño. Un niño con hipertrofia adenoidea no descansa bien. Otro dato importante es considerar que al ocurrir habitualmente en niños de 1 a 5 años de edad, etapa donde se adquiere el lenguaje y etapa base para el aprendizaje escolar que está por venir la hipertrofia adenoidea puede afectar el desarrollo cognitivo infantil. Y más aún si a esto le sumamos la perdida de audición intermitente que pueden presentar por otitis y/o disfunción tubaria lo que acentúa más el riesgo de problemas escolares, distracción e inquietud. Es muy frecuente que las maestras detecten a los niños que
"escuchan poco" ya que son niños que aparentemente no prestan atención y molestan en el aula. Esos niños requieren de evaluación médica para descartar trastornos de la audición secundaria a esta causa o de otro origen.Los niños respiradores bucales pueden presentar alteraciones posturales como hombros caídos, tórax hundido y menor respuesta a actividades físicas comunes.
Tratamiento de los niños respiradores bucalesLógicamente dependerá de la causa ya que no es lo mismo un niño con hipertrofia adenoidea leve, que uno grave o que un niño que presente su respiración bucal por prolongar el hábito
de la succión del pulgar. Es el pediatra de cabecera el encargado de orientar y acompañar a la familia en el seguimiento y tratamiento de estos niños y también el encargado de organizar las interconsultas necesarias con otras especialidades como Otorrinolaringología, Fonoaudiología, Kinesioterapia - Fisiatría, Odontología, etc. Los padres de niños respiradores bucales deben ser
conscientes que la resolución de este problema lleva tiempo y mucho esfuerzo pero que bien seguidos y controlados minimizan los riesgos que conlleva vivir con este tipo de cuadros.
Recuerde consultar con su pediatra si su hijo presenta respiración bucal habitualmente o cualquiera de los signos y síntomas mencionados.

Lic.Daniel Guzmán
Fonoaudiólogo MN8815

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